Es obvio que cada una de nosotras somos única, y sólo por ello cada mujer que ha pasado por la increíble experiencia de la maternidad tiene un punto de vista diferente basado en su propia vivencia y probablemente también en sus circunstancias (sociales, culturales, afectivas…).
Es por ello, supongo, que algunas mujeres hablan de sus partos como si de un horror se tratara, un suplicio de dimensiones casi inhumanas por el que estamos “castigadas” a pasar si queremos obtener como resultado el nacimiento de nuestro esperado bebé.
Hablo por experiencia propia cuando digo que especialmente durante mi primer embarazo, encontré algunas mujeres a quienes no se les ocurrió otra forma de “animarme” que contándome que tuvieron partos de 24 horas, desgarros, epidurales mal puestas… Vamos, todo tipo de males que hacían que esta pobre servidora, gorda cual Falete (pero sin bañador de volantes…), deseara dar marcha atrás y salir corriendo despavorida.
Quería escribir este post porque ayer precisamente me enteré de que una antigua compañera de trabajo está embarazadísima, una chica a la que siempre tuve mucho aprecio y que como buena primeriza está pasando por los típicos momentos pre-parto de incertidumbre y miedo a lo desconocido. Yo, como siempre hago, la dije que me daba muchísima envidia por tener por delante el día que muy probablemente se convertiría en el más bonito de su vida.
Supongo que al igual que me pasó a mí, aquellas que habéis estado o estáis embarazadas,os habréis encontrado con madres “plomos” que os han contado sus “espeluznantes” partos.
O habréis visto imágenes en películas o en TV donde aparecen mujeres pariendo como si les hicieran un ritual de tortura insufrible con gritos y aspavientos que ponen los pelos de punta.
Personalmente cada vez que veo escenas así me pongo mala. Porque dan una imagen muy negativa y desproporcionada de un momento tan mágico y especial, que me niego a que sólo resalten la parte dolorosa o sangrienta habiendo también una lectura mucho más bonita y profunda que hacer.
Es como si te toca la lotería y cuando lo cuentas en vez de hablar de todo lo que harás con los millones de euros que te han tocado, empiezas a despotricar porque el señor de ventanilla que te selló el décimo premiado tenía mal aliento… O_O (Sorry, no se me ha ocurrido un paralelismo mejor…jajaja).
Vaya por delante que yo antes de ser madre y después de serlo, lo paso fatal incluso cuando me tienen que sacar sangre (para ser sinceros, lo habitual es que llore porque me pongo atacada…). O sea, que no estamos hablando de una sufridora nata para quien un parto supone una minucia. Y mis partos, sobre todo el primero, fueron de todo menos fáciles.
Pero a pesar de eso, y de que no me gusta que me pinchen, que me pongan vías, sufrir contracciones, o estar tumbada en un paritorio rodeada de gente que apenas conozco manipulándome “ahí”, quiero decir que para mí:
- El parto es un momento único que sólo las mujeres tenemos el “privilegio” de vivir.
- Jamás hablaría de mis partos destacando el lado doloroso de los mismos. El día de mi parto fue el día que conocí (por fin!! Después de 9 laaaargos meses de espera) a mis hijos. Volvería a pasar por ellos decenas de veces con tal de volver a sentir esa mezcla de emociones tan bonita y de tenerlos de nuevo entre mis brazos.
- No todos los partos duran 24 horas, ni te ponen mal la epidural, ni mucho menos suponen un sufrimiento inaguantable. Os ha dolido mucho una muela alguna vez y habéis aguantado, verdad? Pues esto duele también pero encima trae recompensa: la mejor. ;-)
- Es verdad que no todo es agradable ni precioso, pero cuando algo cuesta hace que el resultado se aprecie aún más (si cabe). El parto es un trance duro pero increíblemente mágico, durante el cual tu cuerpo sin que tú seas consciente ni actora voluntaria, decide que ha llegado el momento de crear una nueva vida… Vida que a su vez desde ese mismo instante cambiará la tuya y a ti misma de una forma que no puedes llegarte a imaginar. Es algo místico, mágico y maravilloso.
Así que para aquellas futuras mamás primerizas, mucho ánimo y ni caso a las “brujas” que cuentan cosas horribles sobre ese día tan especial.
Lo dicho: me dáis muuuuucha envidia!! Mentalidad positiva siempreeeeee!!! :-)
Besos,
C*.
yo siempre digo lo mismo...lo mejor de mis embarazos ...los partos... creo que lo he dicho mil veces o mas...ya se lo saben de memoria todos los que me conocen... yo a las futuras mamas les puedo contar un parto en el que no me entere de nada (con lo que ellas podrian pensar que que guay...) y otro en el que me entere de TODO... y con cual me quedo, pues con el doloroso, porque la recuperacion fue el triple mejor... pero la verdad que la sensacion de tener a los dos en mis brazos (madre me toy emocionando mientras escribo)... esa fue identica... y eso es lo mas importante en un parto...La recompensa... un saludo...
ResponderEliminarLos embarazos yo siempre los idealizo cuando no estoy embarazada...Cuando lo estoy no quiero más que ver a mi peque y dejar de estar cual tonelete!! jaja.
EliminarBesos Paty y gracias por compartir tu experiencia!
Me ha encantado esta entrada. Más de acuerdo no puedo estar contigo y a mí tb me aterran las agujas, le tenía más miedo a eso que al propio parto. Mi parto fue muy rápido y casi sin dolor, me bajaron a paritorios con 7 cm y hasta ese momento estaba viendo House en la habitación sin ni una sola vía cogida o pinchazo, pero mi hijo nació con forceps pq venía de cara y no viró, aún así lo recuerdo como algo maravilloso y bonito, pq salvo los forceps lo demás no fue para tanto. Luego están las que no me creen cuando les digo que hasta los 8 cm. (una hora antes estaba ingresando de 4 cm.) estaba perfecta y bien. Por lo visto sólo hay que contar quinarias.
ResponderEliminarBesos. Inma
Vaya un parto más bueno, eso hay que contarlo para que las "nuevas" vean que no todo es dolores horribles!!!
EliminarBesos y gracias como siempre por estar ahí!
No sé por qué la mayoría de las mamás con las que hablas tienden a contarte lo horriblemente mal que lo pasaron en el parto. Yo tengo dos buenas experiencias y muy diferentes. Con mi hija ni me enteré, me pusieron la epidural y no supe lo que era una contracción hasta cuatro años más tarde cuando nació mi niño. Con éste fue todo lo contrario, la epidural no me hizo efecto (¡se me durmió una pierna!) pero no estuve ni dos horitas y tras ver su carita los pocos dolores que tuve se me olvidaron al instante.
ResponderEliminarMaravillosa entrada y muy alentadora para las primerizas :)
Lo mío sucedió justo al revés, con la primera lo pasé peor pero aún así jamas hablé de mi primer parto como algo traumatico. Imposible imaginar una razón mejor para soportar algo de dolor, no?
ResponderEliminarGracias por compartir tu experiencia.
Bss!
Ceci! Hoy mismo mi peluquera va a dar a luz en unos días... creo que pocos porque tenía la barriga, la cara, ... todo lo que dicen las abuelas... Y estaba asustada es poco! Como ayer leí tu post he sido más que buena con ella y le he soltado tu frase de que me daba envidia...Luego me ha dicho que si llega el cuarto jejjejeje! Un besazo
ResponderEliminarVoy a tener que empezar a cobrar por los derechos de autor de mi frase...jaja.
ResponderEliminarYo el cuarto lo veo venir en breve. Más bien te preguntaría por el quintooo!!;-)
Bss!
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