lunes, 3 de diciembre de 2012

Pensamientos de aeropuerto... y más.

Aquí estoy de nuevo, en la T4 de Barajas esperando a embarcar en un avión... Estaré fuera solo una noche, pero es inevitable evitar sentir ese "pellizquito" en el corazón.

Lo pienso de vez en cuando y no consigo comprender cómo hombres y mujeres podemos vivir (o tal vez expresar) un mismo hecho de modos tan diferentes... Mi marido viaja por trabajo desde hace meses todas las semanas, lo normal es que esté entre 2 y 3 noches fuera a la semana.
Obviamente preferiría estar en casa, pero lo hace porque es trabajo y punto. Sin darle más vueltas. Cuando está en casa les dedica toda la atención del mundo, pero si no puede estar lo asume y listo, sin más quebraderos de cabeza.

En cambio yo... Pienso si seré mala madre por no estar estas dos tardes con ellos, por no estar cada mañana cuando se levantan, por no acostar al peque todos los días (muchas veces si me lleva mucho tiempo que se duerma la mayor, es la chica quien acuesta al bebé...), por no llegar a recoger a la guarde alguna tarde a mi hija... En fin, que "dramatizo" mucho algunas situaciones que para los hombres son lo más normal, y a veces me hace preguntarme qué forma de afrontar el cuidado de nuestros hijos es la correcta.

Y es que una amiga psicóloga me dijo una vez algo que me marcó bastante: dijo que los acontecimientos en gran medida son buenos o malos para nuestros hijos dependiendo de cómo lo vivamos nosotros. O sea, que esa intranquilidad, sentimiento de culpa, o absoluta normalidad con que podamos afrontar determinadas situaciones cotidianas harán que ellos lo vivan como algo dramático o totalmente común. Esa es la clave.

Por eso trato de despedirme cuando viajo sin darle ninguna importancia al hecho de estar fuera un par de días, y cada vez estoy más convencida de que yo lo siento mucho más dramáticamente de lo que mis hijos lo viven. Porque vuelvo o hablo con la peque por teléfono y está feliz, lo cual es el mejor consuelo que una mamá trabajadora puede tener... No os parece?

Y vosotras?? Tenéis a veces ese mismo sentimiento de culpa? Qué opináis, ¿es verdad eso de que más vale calidad que cantidad en lo que a tiempo con los peques se refiere?

Ainsss... Es tan complicado, ya que a pesar de la publicidad que dan al tema de la CONCILIACIÓN, es una utopía aún muy alejada de la realidad en nuestro país... Y no puedo ser yo quién precisamente se queje porque tengo la suerte de trabajar en una gran compañía que me da todas las facilidades como madre, pero por desgracia no es lo normal como todas sabemos...

En fin, que os dejo porque parece que embarcamos.

Restaurante Indio de lo más recomendable en Madrid...

Ah! Quería aprovechar a recomendaros a las madrileñas o visitantes un Restaurante indio en el que estuve el viernes: se llama Annapurna. Me trajo gratísimos recuerdos de mi viaje a la India (un viaje indispensable, os lo recomiendo sin duda. Tal vez un día os hable de él...) y la comida estaba bueníiisima!!


Feliz comienzo de semana!

C*.

2 comentarios:

  1. Sí, yo tengo muchas veces ese sentimiento de culpa, y en el fondo es una tontería porque como dices ellos siguen siendo felices, pero supongo que es condición de cada uno y lo que está claro es que hombres y mujeres somos muy diferentes en determinadas cosas.
    Yo renuncié a trabajar por las tardes por estar con él, y me tienen que pagar estupendo o hacerme mucha falta para volver a trabajar por las tardes, después mi marido y yo desde que tenemos a Salva no nos hemos ido ni siquiera de fin de semana solos si no es con él, si tenemos unos días de vacaciones los disfrutamos los tres juntos. Y casi todo así. Besos. Inma

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    1. Si, la verdad es que son sacrificios que una hace sin dudar porque compensa tanto... Aunque por experiencia te digo que a veces cuesta dejarlos x un finde pero es muy sano para la pareja hacer cosas sin niños. Aunque solo sea un finde al año! Bss
      C*

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C*.